¿Cuándo debe acudir al psicólogo?

 ¿Qué es un psicólogo?

Los psicólogos del gabinete Moebius son especialistas que ponen a tu disposición una serie de técnicas y estrategias psicológicas para que consigas afrontar tus problemas hasta superarlos. También te enseñan una serie de habilidades para ayudarte a conseguir tus metas y objetivos en cada una de las áreas de tu vida.

Es algo así como un “entrañable maestro” que te proporciona los recursos necesarios (herramientas, estrategias, técnicas y tácticas) para que, progresivamente, las vayas poniendo en práctica en tu nueva vida.

El maestro “no hinca los codos” por el alumno. Es el propio cliente el que “estudiará y trabajará” llevando a cabo en su vida diaria las estrategias y herramientas que éste le enseñe en la consulta. El psicólogo estará junto a él en todo el camino.

No debes confundir al psicólogo con el psiquiatra. El psiquiatra es un médico que se ocupa, habitualmente, de diagnosticar y recetar un fármaco; y el psicólogo, junto con el diagnóstico, analiza las dificultades específicas del paciente en su día a día y hace un plan ajustado a éstas para superarlas.

Con una sola de estas razones puedes decidir acudir al psicólogo. El evaluará y concluirá si, efectivamente puede ayudarte:

• Cuando existe “dolor emocional” en forma de emociones negativas intensas como: depresión, miedo, pánico, ira, desesperación…
• Cuando se tiene un problema que desborda a la persona, es decir, le dificulta o impide vivir de la forma deseada o le produce gran malestar y sufrimiento.
• Cuando otros especialistas (médicos, psiquiatras…) nos aconsejan la necesidad de buscar tratamiento psicológico.
• Cuando una persona significativa en tu vida (familiar, amigo…) se ve afectada por tu problema o apunta la necesidad de buscar una solución.
• Cuando te percatas de las dificultades de un ser querido y éste no se da cuenta de que necesita tratamiento psicológico.
• Cuando se ve afectada una o varias áreas de tu vida: relaciones de pareja o de familia, trabajo, descanso, alimentación, proyectos, calidad de vida, salud.
• Cuando después de seguir un tratamiento farmacológico los resultados no son todo lo satisfactorios que deseas.
• Cuando, aunque no tengas ningún problema, decides llevar una vida más plena y feliz.

¿Tiene usted algún problema de ésta índole?

Clínica general

• Estrés, ansiedad, miedos, fobias, ataques de pánico, obsesiones.
• Depresión.
• Adicciones: drogas, alcohol, tabaco, juego….
• Trastornos de la alimentación..
• Timidez, problemas de relación interpersonal.
• Acoso laboral.
• Adaptación a los cambios y la incertidumbre.
• Problemas del sueño.
• Problemas de la personalidad.
• Trastornos psicosomáticos.
• Insatisfacción en la vida.

Sexualidad

• Vaginismo, Dispareunía, Anorgasmia, bajo deseo sexual, adicción al sexo, alteraciones en embarazo y puerperio, adaptación a la menopausia, identidad sexual, alternativas sexuales …
• Impotencia, control de la eyaculación, bajo deseo sexual, identidad sexual, adicción al sexo, alternativas sexuales.

Terapia de Pareja

• Problemas de comunicación.
• Falta de habilidades para la convivencia.
• Celos.
• Distribución de ocio y tiempo libre.
• Divorcio y separaciones.
• Adaptación a la vida sin pareja.
• Mediación familiar.

Adolescencia e Infancia

• Problemas escolares: fobia escolar, hábitos de estudio.
• Rabietas, oposicionismo, conducta antisocial.
• Autoestima y autonomía.
• Timidez y habilidades sociales.
• Problemas de sueño y alimentación.
• Miedos, fobias, ansiedad.
• Adaptación al divorcio.
• Control de esfínteres.
• Depresión.
• Déficit de atención con hiperactividad.
• Déficit de atención sin hiperactividad.

Santiago Azor Pérez

col.17041

 

      Un grup de creixement personal és un espai dirigit per un professional on es promou  l’autoconeixement, l’autorrealització i la relació profunda  amb les altres persones.

Aquestes fites  s’aconsegueixen descobrint els recursos propis, aprenent a expressar adequadament les emocions i sentiments, i  millorant les relacions amb les altres persones.

L’objectiu d’aquests grups no és fer psicoteràpia, sinó el creixement i l’evolució dels seus membres, facilitant el desenvolupament i la maduració de la persona.

 

Els temes que es poden treballar (a vegades pot haver modificacions segons l’evolució del grup) són:

 

–Aprendre a viure en el present ( “Aquí i ara”), adonar-se i viure les emocions, sentiments, pensaments i accions de manera integral.

 

–Relacions personals i contacte positiu: millorar les relacions amb les altres persones i amb un mateix, desenvolupant habilitats adequades d’expressió de sentiments, desitjos, pensaments, gestió de conflictes, solució de problemes, assertivitat etc.

 

– El cicle de l’experiència i la seva interrupció: com vivim la satisfacció saludable  de les nostres necessitats i desitjos, i les barreres i dificultats que ens trobem.

–Millora l’autoestima: eines per conèixer i millorar la nostra autoestima i promoure l’auto acceptació .

 

–Treball corporal: exercicis corporals per millorar l’atenció al cos, escoltar i interpretar el llenguatge no-verbal, alliberar possibles conflictes connectant amb l’alegria personal i les ganes de viure.

 

–Exploració de les defenses i bloquejos personals: conèixer els nostres mecanismes de defensa i els “jocs” que realitzem dificultant les relacions amb les altres persones.

 

–Intel·ligència emocional i treball amb les polaritats: descobrir i aprendre habilitats per poder fer servir les emocions apropiadament. Integrar les “polaritats” internes (o parts contradictòries oposades) per aconseguir poder resoldre conflictes interns.

 

 

Les sessions del  grup de creixement personal tenen la següent estructura:

 

 1ª PART:

Es realitza algun exercici tranquil de relaxació per afavorir l’atenció i eliminar distraccions.  Seguidament s’explica el tema que es treballarà durant la sessió i es responen preguntes, es resolen dubtes, etc.

 

2ª PART:

Es realitzen els exercicis relacionats amb el tema a treballar. Aquests  exercicis són  molt pràctics afavorint  un aprenentatge experiencial i vivencial.

 

3ª PART:

Es deixa un espai perquè cada persona pugui compartir les vivències sobre els exercicis realitzats o parlar d’algun tema personal relacionat amb el treball realitzat.

 

S’utilitzen eines i estratègies de la psicologia humanista i la psicologia cognitiva:  teràpia centrada en el client de Rogers,  teràpia Gestalt, el Psicodrama, la teràpia Existencial, teràpia Sistèmica, teràpia Cognitiva-Conductual, treball Psico-corporal, etc.

 

 

 

Cuando  alguno de los componentes que describimos en el artículo anterior presenta problemas nos encontramos con distintos tipos de relación.

Según el componente que esté fallando, podemos identificar tres formas de relación de pareja no plenas ni completamente satisfactorias, que producen disfunción y malestar en la pareja y a nivel personal:

 

PAREJA INESTABLE:

Hay deseo e intimidad pero no hay compromiso. La pareja no se plantea proyectos juntos. Disfrutan del día a día, saben despertar experiencias positivas cuando están juntos, pero no se ven en un futuro juntos ni se plantean objetivos a largo plazo.

 

PAREJA SUPERFICIAL:

Hay compromiso y deseo pero no hay intimidad. La confianza, el apoyo emocional y la comunicación más personal se comparte con el amigo/a íntimo/a. Relación con muchos secretos, no se comunica realmente quién es uno mismo. Hay carencia de profundidad, de confianza profunda, de cohesión plena.

 

PAREJA COMPAÑERA:

Hay compromiso e intimidad ero no hay pasión. Es típica de parejas que llevan ciertos años de relación, donde se ha producido una disminución del atractivo, o en parejas que han sufrido desengaños amorosos. Es una relación de buenos compañeros. Sin embargo, falta la sensación de energía, de vivacidad. Se suele ver al otro como un buen compañero, como una persona de apoyo, expresiones típicas: “es un buen compañero”, “es un buen padre”, “ siempre me ha apoyado y ha estado a mi lado”. A veces es habitual encontrar relaciones extramaritales esporádicas en estas parejas.

 

¿Qué es lo que hace que una pareja no llegue a tener la sensación de plenitud, de bienestar, o lo pierda por el camino? En realidad no es sencillo poder contestar a esta cuestión de manera simple o con respuestas fáciles. Según los trabajos de grandes profesionales y los estudios en relación a las dificultades de la pareja, podemos encontrar tres aspectos básicos que facilitan la aparición de problemas  de relación.

En el siguiente artículo veremos qué tres aspectos son los que provocan mayores problemas a las parejas. De esta manera, si se trabaja en el cambio y modificación de estas dificultades, podemos conseguir tener relaciones más satisfactorias y saludables, lo cual aumentará nuestra calidad de vida y nuestra felicidad.

 

El amor es una emoción absolutamente imprescindible en el ámbito de las relaciones de pareja. Sin amor, la pareja en este siglo XXI pierde todo su sentido. El psicólogo Stenberg , en su estudio sobre el amor en las relaciones de pareja, encontró que hay 3 aspectos imprescindibles para poder tener una relación de pareja saludable:

 

1-LA INTIMIDAD

2-EL DESEO

3-El COMPROMISO.

 

La combinación de estos tres aspectos nos dará como resultado una pareja satisfactoria.

Vamos a ver cada uno de los componentes.

INTIMIDAD:

La intimidad aporta la sensación de sentirse comprendido y comprender, de sentirse apoyado y apoyar, de compartir. Representa el sentimiento dentro de la relación que promueve el acercamiento, el vínculo y la conexión.

 

Encontramos intimidad cuando existe:

• Deseo de promover el bienestar de la persona   amada.
• Sentimiento de felicidad junto a la persona  amada.
• Apoyo emocional recíproco.
• Comunicación íntima, entendimiento y  conocimiento mutuo.
• Deseos de compartir (tiempo, actividades, amigos, objetos, etc.)
• Respeto, ayuda y valoración.

 

La intimidad implica la sensación de apoyo “incondicional”. Saber que el otro va a estar a nuestro lado representa uno de los pilares más gratificantes que tiene el ser humano.

 

EL DESEO:

Se muestra en la sensación intensa de disfrutar con el otro, de estar con la persona amada. Las palabras clave son: pasión, anhelo, calor, entusiasmo, vivacidad, apego. Hablamos de deseo cuando encontramos:

• Atracción e interés.
• Búsqueda de placer.
• Satisfacción
• Sentimiento de pertenencia (no de posesión)
• Deseo sexual.

 

El deseo sexual está incluido en esta área, pero el deseo va más allá, es el deseo de estar con la persona más importante de nuestra vida. La sensación de estar con la persona con la que más a gusto nos encontramos, el deseo de estar con esa persona más que con ninguna otra. Este ingrediente hace deseable el contacto físico (abrazos, besos, caricias) y el contacto emocional (expresión de sentimientos, de gustos y disgustos).

 

COMPROMISO:

Es el grado en el que una persona está dispuesta a acoplarse a alguien y hacerse cargo de esa relación hasta el final, percibimos que es el componente que da estabilidad a la relación. Ser capaces de adaptarse en un proyecto de vida común, en un objetivo común. Las parejas que no comparten este componente tienden a ser inestables, donde la incertidumbre puede ir sustituyendo a la seguridad, la lealtad y la confianza. La ausencia de compromiso produce a medio y largo plazo malestar. Al hablar de compromiso hablamos de:

• Confianza.
• Responsabilidad asumida.
• Reconocimiento de obligaciones
• Legítimos intereses personales, de pareja y      familiares.

 

Hablamos de compromiso, de interés, y no de obligación. Es el deseo de ambos miembros de la pareja de que la relación tenga perdurabilidad, sea estable en el tiempo, el deseo de compartir con él/ella ese proyecto que no se comparte con otro/a. De nuevo el sentimiento saludable de exclusividad.

Por lo tanto, podemos decir que el compromiso mantiene la pareja estable (le da estabilidad) de forma deseable; la intimidad consigue que la relación sea atractiva, y el deseo fortalece y refuerza el compromiso y la intimidad

Para finalizar con el tema del control del enfado o ira excesiva, vamos a exponer algunas de las estrategias y técnicas relacionadas con las conductas manifiestas que se pueden utilizar para  manejar dichos estados de ánimo, con el objetivo de evitar que éstos perjudiquen la consecución de nuestras metas (ya dijimos que la ira o el enfado excesivo puede dañar nuestras relaciones laborales, personales, etc.)

Vamos a ver algunas de las técnicas que se suelen trabajar con el psicólogo en la consulta para ayudar a controlar el enfado excesivo o ira. Es importante remarcar que es el profesional el que sugiere y enseña las técnicas que mejor se adaptan a cada persona.  Esa decisión es mejor que se tome conjuntamente con el psicólogo, ya que él es el que realiza la evaluación del caso y puede determinar la adecuación o no de trabajar determinadas técnicas.

–Tiempo fuera:

Es una técnica  sencilla y muy útil que consiste en alejarse durante un tiempo de la situación que te está alterando hasta que la ira disminuya y la tengas bajo control.

En ocasiones convendrá que le digas a la otra persona que estás empezando a enfadarte (ponerte nervioso, etc.) y que te vas a dar un tiempo hasta calmarte.

Durante el intervalo que dure el “tiempo fuera” conviene llevar a cabo alguna actividad que ayude a reducir la ira, como hacer ejercicio vigoroso durante un buen rato o distraerte centrando tu atención en algo agradable (conversar con alguien, etc.)

También se puede contar hasta diez (o cien) antes de responder, cuando te sientas enfadado.

Es importante tener presente que no es adecuado utilizar esta estrategia en forma excesiva, ya que si nos limitamos a alejarnos de la persona con la que estamos irritados, los problemas no se resuelven y podemos generar otros (la otra persona se puede sentir frustrada porque no alejamos de ella con demasiada frecuencia).

-Observar modelos:

Una buena manera es fijarse en personas que muestran actitudes que queremos adquirir, para aprender de ellas.

Si se trata de alguien con quien mantienes una relación de confianza puedes preguntarle cómo reaccionaría él en la situación por la que estás enfadado, qué piensa cuando afronta situaciones parecidas, etc.

También puedes ensayar en tu imaginación la conducta deseada, tal y como la llevaría a cabo alguna de esas personas.

Del mismo modo, conviene evitar modelos excesivamente agresivos o violentos en el cine, las videoconsolas o la vida real.

-Cultivar el sentido del humor:

Se puede intentar controlar el enfado cultivando el sentido del humor. Para cultivar el sentido del humor hay que procurar rodearse de personas que lo tengan, observar cómo se toman las cosas, se les puede preguntar cómo lo hacen y procurar captar los aspectos divertidos de cualquier situación. También puede ayudar que de tanto en tanto veamos programas o películas de humor, o leer publicaciones humorísticas.

-Técnicas de control de la ansiedad:

Hay diferentes técnicas que ayudan a relajarse y disminuir el “nivel de activación” de nuestro cuerpo, que practicadas de forma regular pueden ser útiles para aprender a manejar la ira. Vamos a citar algunas de las muchas posibilidades que tenemos: técnicas que se pueden aprender en la consulta del psicólogo, yoga, meditación, entre otras.

-Evitar sustancias, situaciones y actividades generadoras de ira:

En algunas personas, la ira o la agresividad se fomentan enormemente cuando consumen determinadas sustancias, pasan demasiado tiempo jugando con la videoconsola, ven películas violentas o están en compañía de determinadas personas.

En esos casos, aprender a manejar la ira puede requerir eliminar o evitar esas sustancias, actividades o situaciones.

–Ensayos de conducta:

El ensayo de conducta para aprender a afrontar asertivamente situaciones generadoras de ira, es un instrumento  muy eficaz para manejar la ira y para aprender a afrontar asertivamente la situación que la provoca. Normalmente se suelen simular situaciones que propician la aparición del enfado excesivo y la ira, y se ensaya las conductas asertivas (previamente aprendidas) que permitirán afrontarlas de manera más adecuada (asertivamente).

Santiago Azor Pérez

Psicòleg i Coordinador del Gabinet Psicològic Moebius, de les Franqueses del Vallès

     Decíamos en la primera parte de este artículo que  una de las principales causas y desencadenantes del enfado o ira desproporcionada (el inicio del problema)  es la forma de percibir y evaluar la realidad (nuestros juicios que hacemos de las situaciones y de los demás; nuestros pensamientos, creencias e imágenes mentales).

     Desde la psicología cognitivo-conductual, se plantea que son nuestros pensamientos los que determinan cómo nos sentimos y cómo actuamos. La forma exacta en que pensamos, lo que nos decimos a nosotros mismos, nuestros juicios e interpretaciones, provocan directamente nuestras emociones y sentimientos y, además, nuestro comportamiento. Lo que ocurre en nuestra vida, los acontecimientos, provocan nuestros pensamientos y, por tanto, nuestras emociones.

      En el presente artículo vamos a centrarnos en qué tipo de “pensamientos” son los que generan la falta de control sobre el enfado, hasta el punto en que se transforma en desadaptativo y perjudicial (provocando ira), y en cómo el psicólogo ayuda a modificar este tipo de pensamientos.    

A continuación, vamos a exponer unas actitudes que tienen que ver con maneras de ver la vida (más adelante le llamaremos errores de pensamiento) que pueden facilitar el enfado o ira:

-Exigencias y derivados:

    El enfado e ira provienen, sobretodo, de la exigencias de que la vida, uno mismo y, especialmente, las demás personas sean diferentes a como realmente son.

Cuando tenemos exigencias y no se cumplen, reaccionamos pensando y sintiendo que es terrible, que no lo podemos soportar y que el responsable debe ser condenado.

Si exiges que alguien “debería ser” o “no debería ser” o actuar, es muy frustrante ya que  los demás son libres y se comportan de maneras que no nos gustan.

Los demás nunca serán exactamente como queremos ni actuarán como esperamos y, la mayoría de veces, serán muy diferentes a lo que queremos. Esa es la realidad y es absurdo irritarse si no depende de nosotros. Es mejor aceptar que los demás tienen derecho a actuar de manera diferente para no alterarnos tanto.

-Exigencias y condena:

Si alguien o algo no cumplen nuestra expectativa, lo condenamos. Al etiquetarle, distorsionamos su imagen y nos centramos en lo negativo de él y lo exageramos; mientras que ignoramos lo positivo.

El enfado o ira impiden ver que las personas son muy complejas y variables y nos llevan a condenarlas como si fueran malas y despreciables. Nadie es totalmente bueno o malo, por lo que no es adecuado condenar a alguien por una conducta.

-Exigencias y justicia:

Aparece cuando otras personas se comportan de manera que nos parece injusta. Tenemos que tener en cuenta que puede ser una opinión nuestra. A veces la otra persona le parece muy justo su punto de vista porque ve las cosas “de otra manera” diferente, pero es su forma de verlo. Además, las injusticias forman parte de la vida y es absurdo que nos enfademos más de la cuenta por no aceptar su existencia.

Un recurso que nos puede ayudar es adoptar la actitud de preferencia (luchar por lo posible y aceptar lo irremediable) y eliminar  la de exigencia

-Creer que el enfado está provocado por los demás.

Esto es bastante común. “Fulano me saca de mis casillas” y la prueba de que no son los demás los determinantes del enfado es que no todos reaccionan igual, unos se lo toman con humor, tranquilidad, enfado. Si estás enfadado con alguien, este se mantiene por el tipo de pensamiento que tenemos y porque dejamos que esos pensamientos dirijan el comportamiento.

-Expectativas no realistas

Si tenemos expectativas no realistas, a menudo esto no se cumplirá y nos frustraremos. Hay que acostumbrarse a no esperar lo que es poco probable que ocurra. Si somos realistas hay que saber que sucederán cosas que no nos gustarán (que los demás nos traten mal) y mejor que lo aceptemos como algo natural porque la realidad es así.

-Sobregeneralizar.

Exagerar las cosas. Pensar  “siempre me está molestando” cuando en realidad solo pasa de vez en cuando. Esta tendencia lleva a percibir las situaciones o lo que hace el otro como mucho más molesto de lo que es.

-Lectura del pensamiento:

Tendencia a creer que el otro actúa de forma que nos molesta porque “es malo” “disfruta haciendo daño”, etc. Estudios demuestran que personas con ira suelen percibir malas intenciones donde no las hay.

Técnicas para el cambio de pensamientos negativos.

A través de la psicoterapia, la persona aprende ciertas estrategias y técnicas para poder modificar los pensamientos negativos u otros errores de razonamiento, que están en la base de muchas alteraciones emocionales, en nuestro caso el enfado o ira excesiva. 

Nuestra “mente” genera unos pensamientos negativos y realiza unos errores de razonamiento cuando está bajo un estado de ánimo alterado. En nuestro caso, cuando sentimos un enfado excesivo, nuestra mente puede realizar una serie de errores (exagerar lo negativo, minimizar lo positivo, etiquetar, plantearse exigencias irreales, etc.), como pasaría cuando nos encontramos delante de aquellos espejos que deforman la realidad, los cuales nos hacen ver nuestra imagen deformada, dando al sensación de que somos así.

Veamos los pasos necesarios para realizar la modificación de los pensamientos negativos:

1-Primero se aprende a detectar los pensamientos negativos, ya que no se puede cambiar aquello de lo que no somos conscientes. 

2-Después tendríamos que ver qué error de pensamiento estamos haciendo (descritos en la primera parte de este artículo)

3-Seguidamente se tiene que aprender una técnica que se llama reestructuracicón cognitiva, que es aprender a cuestionar aquello que pensamos para poder ver si nuestros pensamientos son correctos o están distorsionados.

4-Se busca una forma alternativa más adecuada de plantearse la situación, para que frene y disminuya la emoción negativa exagerada y desproporcionada que ha creado la manera de pensar inadecuada.

En un primer momento, este proceso es complejo y requiere el entrenamiento conjunto del psicólogo y el cliente. A medida que la persona aprende y domine bastante la técnica, cada vez será más autónomo en su ejecución y habrá incorporado una nueva habilidad personal en su repertorio de habilidades , que le ayudará a controlar sus errores de pensamiento y a mejorar su estado de ánimo.

Hasta aquí se ha expuesto brevemente y de manera muy resumida, la intervención que se realiza sobre los componentes internos (“mente” y “pensamientos”) para ayudar a controlar la ira. En el próximo artículo (la tercera parte) trataremos sobre cómo potenciar recursos y habilidades personales,  y que conductas concretas externas (actuaciones personales) hay que aprender para, combinándolas con las técnicas de cambio de pensamiento, poder controlar definitivamente el enfado excesivo  y la ira.

Santiago Azor Pérez

Psicòleg i Coordinador del Gabinet Psicològic Moebius, de les Franqueses del Vallès

 

El enfado o ira es una emoción común y normal que se relaciona con la agresividad.

La ira y la agresividad forman parte de la “respuesta de ataque o huida”, reacción instaurada por la naturaleza para ayudar a sobrevivir que suele desencadenarse por la percepción de que estamos siendo amenazados o que no conseguimos lo que queremos.

Vamos a ver la diferencia entre la ira o enfado como emoción controlada y adaptativa,  y la ira o enfado excesivo, emoción que nos puede causar más de una dificultad:

• Ira o enfado sano: nos ayuda a detectar y resolver problemas, a luchar para conseguir las metas y aliviar o superar obstáculos que nos impiden alcanzarlos. Esta es beneficiosa.

• Ira o enfado excesivo: pero de igual manera que con otras emociones, la ira o enfado se convierte en un problema cuando la experimentamos de forma excesiva, demasiado intensa o sin control. Se puede producir un “secuestro emocional” que impide percibir serenamente la situación.

Hay que intentar evitar que el enfado o ira excesiva se convierta en un estado habitual ya que nos puede dar problemas  a nivel personal y, sobre todo,  en las relaciones con los demás.

Hay personas más propensas que otras al enfado o ira debido a diversos factores (biológicos o temperamentales, del ambiente o entorno educativo, y psicológicos).

Desde la psicología, se cree que la ira o enfado excesivo está muy relacionado con las frustraciones de diverso tipo y los conflictos con los demás (conflictos con personas próximas de las que no podemos “escapar” de ellas como la pareja, familia, compañeros de trabajo, etc.)

Además, desde un enfoque psicológico, una de las principales causas y desencadenantes (el inicio del problema)  es la forma de percibir y evaluar la realidad (nuestros juicios que hacemos de las situaciones y de los demás; nuestros pensamientos, creencias e imágenes mentales).

El psicólogo puede ayudar a aquellas personas que, debido a su falta de control con dicha emoción, se están encontrando cada vez con mayores dificultades en su día a día, ya que si cada vez cuesta más  controlar los estados de enfado, a parte de los posibles problemas orgánicos que nos puede generar, podemos crear muchas dificultades de relación con las personas significativas de nuestro alrededor (pareja, amigos, familia, compañeros de trabajo, etc.) con lo que a la larga nos podría generar resultados indeseados.

La ayuda psicológica principalmente se basaría en potenciar aquellos recursos de la persona para manejar dicha emoción hasta grados adaptativos, además de enseñar (si fuera necesario) estrategias y habilidades de afrontamiento adecuadas ( detección de situaciones precipitantes, detección de pensamientos inadecuados y técnicas para el cambio de estos,  aumento de grado de control y de expresión saludable)  para poder conseguir un grado de enfado o ira sano,  proporcionado a las circunstancias y, sobre todo, ayudar a poder expresarlo de manera que no perjudique la consecución de los objetivos de la persona en las diferentes áreas de su vida (relaciones familiares, trabajo, etc.)

Santiago Azor Pérez

Psicólogo

Coordinador del Gabinete Psicológico Moebius

L’Orientació Vocacional és una activitat essencial del procés educatiu i Consisteix en oferir ajuda i recolzament en el procés que realitza l’adolescent  encaminat a  escollir una àrea vocacional, una professió i una ocupació del seu temps. Actualment es concebeix l’elecció professional com una decisió conjunta del jove, la família i l’escola.

La forma de desenvolupar els programes d’orientació vocacional és integrant-los al currículum mitjançant  els professionals dels centres educatius incloent com a coordinador del procés l’orientador. Aquesta activitat sorgeix com a necessitat de facilitar als alumnes la informació necessària per a la seva adequada inserció al món del treball.

En qualsevol procés d’orientació cal tenir present el coneixement que el jove té de sí mateix, de les ofertes educatives i els itineraris acadèmics, del món del treball i la integració de totes aquestes informacions que permetran que prengui les decisions més adequades.

Per a realitzar una  orientació de qualitat, s’han de tenir en compte uns factors interns(personals) i uns factors externs a la persona que són molt importants i  rellevants.

Els factors personals són aquells intrínsecs a l’individu i que configuren la seva manera de ser, d’actuar i de desenvolupar-se en el medi en què es mou. Són els següents:

–Aptituds: són les condicions que, en principi, podrien considerar-se inherents al jove: aptituds verbals, espaials, numèriques, mecàniques, perceptives, memorístiques, psicomotores, etc.

–Interessos i motivacions: corresponen als desitjos  que el jove ha anat desenvolupant en funció del seu procés de maduració i dels seus interessos. Aquests tenen un caràcter motivador important ja que planteja metes a aconseguir. De tot el ventall d’ocupacions que existeixen al mercat laboral és important que l’alumne descobreixi  quines són aquelles activitats que més li agraden i li produeixen major satisfacció.

–La personalitat: podríem definir-la com un conjunt de trets i maneres de reaccionar en el medi.

–Capacitats i limitacions físiques: cal considerar i conèixer les capacitats personals relacionades amb la visió, l’audició, el pols, etc.

Els factors externs són aquells que, essent externs a l’individu, poden facilitar o impedir el desenvolupament d’una elecció. Aquests serien els següents:

–La situació econòmica de la família: cal tenir present aquest aspecte sobretot arribat el moment en què el jove s’hagi de decantar per una carrera o professió determinada.

–Situació del mercat de treball: hem de conèixer les necessitats laborals de la nostra realitat. Si no considerem aquest aspecte, ens arrisquem a que els joves s’orientin cap a un sector saturat, quan existeixen altres amb dèficits de professionals.

Per tant, una bona decisió vocacional conjuga  les seves capacitats amb els seus interessos professionals, es a dir, el que pot fer amb el que li agrada fer.

Santiago Azor Perez

Psicòleg i Coordinador del Gabinet Psicològic Moebius

www.psico-moebius.com

 

 

Moebius, Gabinet Psicopedagògic

Benvinguts a la nostre pàgina WordPress

Sóm un Servei multidisciplinar orientat a atendre a la persona. Treballem demandes relatives al malestar personal; a l’estat d’ànim; a la capacitat i disposició per afrontar situacions que són viscudes amb dificultat o angoixa; a la dificultat i/o la manca de recursos i habilitats personals; a la voluntat de corregir determinades situacions o conductes. Tot plegat, amb la voluntat de donar suport a la persona i a les seves particularitats, de manera que sigui capaç de respondre de forma saludable i amb expectatives ajustades a les seves aspiracions.

Disposem de Professionals i especialistes en atenció:

-Psicològica (Adults i infanto-juvenil)
-Psicoanalítica
-Psicopedagògica
-Logopèdica
-Reforç Escolar
-Nutricionista/dietista

Per a més informació, podeu consultar les pàgines informatives de cada àrea professional.

En definitiva, treballem amb la il·lusió de contribuir al benestar i a l’assoliment d’una vida saludable i un millor futur.